Me dejo un gran vacio en mi corazón y sin razón alguna me
dijo adiós, llorando me aleje de su presencia preguntándome porque me apartado
de su lado si yo la amaba con todo mi
corazón que si Usted pidiera mi vida con gusto se la daría
Ahora solo estoy pensando que hice o que deje de hacer al
complacerla en sus más mínimos deseos... Que sus encantos me llevaron a
enloquecer mi alma porque cada momento pensaba en sus labios, en sus ojos, en
sus gestos, en esa forma que tiene de amar cuando me perdía en su mirada dulce
y tierna... Que culpa tengo yo que quisiera devóramela a besos, sentir lo ardiente de sus brazos en mi piel,
sentirla tan dentro de mi como hasta ahora... Usted me llevo al abismo de esta
pasión que sembró en cada poro de mí, ahora muerdo mi almohada recordando ese
aroma que dejo en mis sentidos que no hay olor más exquisito que su piel
desnuda bajo de mí.
Me dejo un gran vacio en mis recuerdos porque le gustaba
como mis manos la iban desnudando lentamente saboreando su piel suave y tersa,
como mis labios se pegaban a su cuello exquisito que invitaba a pecar y mis
manos juguetonas se deslizaban por su espalda hasta hacerla vibrar con mis
caricias... Usted es la culpable de que añore esos momentos de lujuria en esta
cama donde tantas veces la hice mía tan intensamente que toda ella esta
impregnada de su esencia de mujer, donde otras tantas veces bebí de su néctar
al enloquecerla de pasión de ese deseo que con el simple roce de mis manos en
esa piel que pedía a gritos ser poseída me entregaba en esas noches que Usted
me pertenecía...
Me dejo un gran vacio en mi alma y mi corazón que lloro de
dolor por no tenerla a mi lado una vez más... Porque Usted Sra. mía me a
enseñado amar a plenitud de juventud.
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